martes, 15 de enero de 2013

Un amigo para el fin del mundo

Muchas han sido las ocasiones en las que por cualquier razón , diversas personas que se hacen llamar profetas, o hasta influenciados por civilizaciones antiguas, tienen la idea de asegurar que se aproximan diferentes tipos de desastres, pero últimamente las profecías más sonadas paracen no hablar de otra cosa que no sea el fin del mundo, como la misma biblia lo indica, algunos dicen que cierta fecha va a haber una lluvia de meteoritos que acabaran uno por uno con la tierra y con la tierra se irá toda la civilización y casi la totalidad del rastro de vida en el planeta, la última de las inciertas profecías del final del mundo a la que hemos sobrevivido, vino sustentada por la civilización maya, cuyo calendario llegaba a su fin el 21 de diciembre del año 2012, y como todas las veces anteriores, no paso nada, la mayoría se lo tomo a la ligera, siguieron su vida normalmente, algunos asustados corrieron a hacer comprar de último minuto, en respuesta a alguna de las muchas posibles catástrofes a ocurrir, no quiero ni imaginar cual fue su reacción el 22 de diciembre cuando vieron que no paso absolutamente nada, aunque pensándolo bien, me hubiera encantado verla, en fin, nunca faltara una supuesta fecha en la que el ser humano espere la eutanasia de este mundo que la misma humanidad esta tumbando pieza por pieza.

Pero, ¿Que pasaría si esto en verdad sucediera?, que un martes cualquiera por la tarde, mientras llevamos a cabo nuestra vida normal, cortaran la programación de todos los canales para darnos la espantosa, y para algunos confortante, noticia de que exactamente en 17 días, un grupo de asteroides con el suficiente tamaño para borrar la vida en el planeta caería acabando con la humanidad, y encima de todo haya un reloj contando una por una las horas que nos quedan de vida, mientras somos testigos de las impredecibles reacciones de las personas que nos rodean.







Pues eso es exactamente lo que pasa en la película que lleva el nombre del título del post, Dodge, interpretado por Steve Carrell, un hombre con una actitud bastante pasiva ante la vida, y que acaba de ser dejado por su por su pareja, quien al saber que le quedaban pocos días de vida, salió a buscar lo que realmente quería hacer antes de terminar su misión en la tierra, y ella sabía que estar con Dodge no era exactamente lo que necesitaba, además de Penny, interpretada por Keira Knightley, una mujer joven, aventurera, que por problemas también decide abandonar a su pareja, acompañados de un perrito adoptado involuntariamente, van a través de un mundo está completamente paralizado, y todos dan rienda suelta a lo que queda de sus vidas, por lo que pocas son las personas que aun trabajan, hay escasez de servicios básicos y caos en las calles.



Estas situaciones llevan de la mano a Dodge y Penny a conocerse e ir en busca de lo que ellos también siempre quisieron hacer, Penny a visitar a sus padres y Dodge a reunirse con su amor de la juventud.



Esta cinta nos lleva a vivir sentimientos y decisiones que tal vez nunca han pasado nuestra mente, mas de una vez nos llegaremos a preguntar cual seria nuestra actitud ante semejantes situaciones, y también nos hará husmear en lo mas recóndito de nuestra alma buscando eso que nos gustaría hacer si estuviéramos enfrentando algo parecido, y eso es lo que deberíamos hacer, no esperar a que una situación tan fuerte como esa llegue y nos de una sacudida para dar un giro total a nuestra vida y de una buena vez vivir felices.

No puede faltar tampoco un buen soundtrack, con canciones que nos meten de lleno en los zapatos de los personajes, además de ser muy buenas y clásicos de la música contemporánea, aunque definitivamente la cancion que se roba la pelicula es una llamada "The air That I breathe" interpetada por Hollies, hermosa por cierto.
Una película buena, que los primeros minutos se batalla un poco para encariñarse con los personajes y buscar esa situación que nos enganche de lleno y nos lleve a una realidad diferente.

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